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La tortuga terrestre argentina (geochelone chilensi) es un animal absolutamente inofensivo y en serio peligro de extinción. Es por esto, una especie protegida por la Ley Nacional de Fauna Silvestre. Comercializar tortugas está prohibido en Argentina sin embargo la captura y el comercio ilegal continúan sin que el accionar de la ley resulte eficaz para detenerlo. A esa actividad ilegal se suma el continuo avance del hombre sobre los hábitats naturales. En consecuencia hay miles de hogares en los que viven tortugas cautivas y son de esas de quienes debemos también ocuparnos. Cómo? haciendo lo posible para que tengan una vida saludable en cautiverio. Nada de cajas para ellas ni pisos de cemento ni mala alimentación que les cause enfermedades crónicas, ni aislamiento y olvido.

 

En el lugar donde vivo, una chacra de Bragado que se llama “El Faro”,  intento ofrecer una vida lo más natural posible a aquellas tortugas que han vivido casi toda su vida en cautiverio. Acá viven en recintos amplios que respetan el diseño del paisaje. Ellas habitan espacios verdes, con árboles, con arbustos, con refugios, con todo lo necesario para sentir menos duro el cautiverio al que fueron sometidas. Viven sin factores de estrés, sin manoseos, sin predadores naturales y se reproducen sin mi intervención. En “El Faro” recibo tortugas en adopción cuando, por la razón que sea, no pueden seguir en el hogar que están y también puedo recibirlas por un corto tiempo en caso de que la familia deba ausentarse.

 

Desde “El Faro” y desde este espacio virtual pretendo ayudar a los poseedores de tortugas a brindarles una vida saludable, informando sobre hábitos alimenticios y cuidados generales. Compartiendo experiencias, aprendemos todos y ayudamos a un animal tan noble como inofensivo. La vida silvestre peligra, hay que actuar!

¡Bienvenidos a

"El Faro"!

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