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27 de noviembre, 2014


Muchas veces he contado a los amigos de la página que el Moro, aún muy viejo, ha sido padre en reiteradas ocasiones. Tiene un hijo/a de meses, tiene hijos de pocos años y tiene otros que ya son ejemplares juveniles. Muchas personas me consultan sobre el tema incubación de los huevos, leo una y cien veces las mismas preguntas "cómo hacés para que nazcan?, los sacás?, los ponés en incubadora?, qué temperatura?, en qué lugar de la casa?" ..... qué, cómo, dónde, cuánto...y mi respuesta es siempre la misma: no hago nada, no manipulo los huevos, las hembras los ponen donde deciden y yo respeto el lugar que elijan y no invento incubadoras caseras, me parece que la naturaleza ya está demasiado golpeada por nuestras manos y nuestras acciones y debemos dejar de creernos superiores y meternos en sus asuntos. La intervención del hombre en asuntos de animales, plantas y cuidado ambiental ha llevado al planeta entero a un punto de alerta rojo. Qué mas necesitamos para entender que somos nocivos? Desde el pequeño lugar del planeta que me toca ocupar, solo intento sumarme a la vida que me rodea sin dañarla y darle a las tortugas que viven en El Faro - que cargan con la desgracia de haber pasado su vida entera en cautiverio - una vida saludable y libre de estrés, el resto lo hacen todo ellas. Y viendo al Moro con más de 50 años enteros y activos, con una familia cada vez mas numerosa me doy cuenta de que con la vida que les ofrezco, no les va nada mal


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